martes, 27 de septiembre de 2011

¿Pertenecen a la izquierda? La indignación sobre Evo Morales y el MAS

1. Dados los últimos acontecimientos con relación a los indígenas del TIPNIS el gobierno ha despertado una indignación generalizada por el manejo del Estado . Pero muchos grupos, incluida la oposición de “derecha”, ya han lanzado un juicio: “Así se comporta la izquierda”. Como si “la” izquierda en sentido unitario existiese. Como si Evo Morales y el MAS (Movimiento Al Socialismo) fueran de izquierda.

2. La izquierda política es una posición caracterizada por el universalismo, pero dentro de una esquema racionalista, dentro de un sistema político. Obviamente excluye la búsqueda de fines particularistas e irracionales. Ahora bien, que un grupo se autodenomine de izquierda no quiere decir nada más que éste se considera de izquierda, que quiere mostrarse tácticamente como tal, o simplemente que la práctica ha desmontado su ideología y que ha dejado de serlo. La subjetividad no puede aportar más que una referencia. Si el agente político es de izquierda, son sus actos y fines lo que le denuncian como tal. Así, son únicamente los hechos los que pueden afirmar o negar esa condición. Por ejemplo, que terroristas o políticos musulmanes digan ser de izquierda, no los hace ser de izquierda pues el racionalismo de la izquierda es incongruente con un sistema religioso o metafísico, es decir no racionalista, que emplean la política como medio y cuyo fin es erigir una particularidad de individuos o grupos sin apelar al consenso o en clara oposición a la libre opinión.

3. El MAS se pensó como “la” izquierda boliviana, una izquierda excluyente del resto de las izquierdas pues señalan a los que se le oponen como grupos de derecha. Es evidente que muchos partidarios del MAS tienen un “sentimiento” de hombres y mujeres de izquierda, pero lastimosamente la subjetividad, como sugerimos, no tiene nada que ver en este asunto. Lo sintomático es, al contrario, que al perder figuras que persiguen con medios racionales los fines sociales, han abandonado en tropel sus filas. Como Alejandro Almaráz, ex-Viceministro de tierras y reconocido defensor de la causa indígena que, en este momento se encuentra movilizado y asumiendo una posición, éticamente consecuente, de defensa de la causa indígena pero esta vez contra el gobierno de Evo Morales. Seguramente ahora el señor Almaraz es de derecha bajo la lógica del partido gobernante.

4. Resulta claro que si bien no se puede negar que en un momento, al finalizar la Guerra del Gas, Evo Morales y el MAS, ocuparon con mayor nitidez una posición en la izquierda prestigiada por muchos de sus miembros (recordemos a Andrés Soliz Rada), tampoco puede olvidarse que nunca tuvieron fines generales o universales lo suficientemente independientes de lo que los grupos particularistas demandaran (llámense cocaleros, gremios, sindicatos, colonizadores, cooperativistas, comunarios, etc.). Era una izquierda indefinida. Se jugó durante mucho tiempo a encaramar un borroso plan de universalización y hegemonía de un particularismo “heroico”, pero ciego, que se frustró, pues nunca terminó de articular un discurso reconocido como capaz de dirigir las acciones revolucionarias necesarias.

5. Después de los últimos tropiezos con el asunto de los indígenas del Parque Isiboro Sécure la posición pasó de la pelea con el pueblo a la pelea contra el pueblo. Si el MAS esgrimió una izquierda un día, aunque sea indeterminada, de ser indeterminada pasó a no ser nada.

jueves, 15 de septiembre de 2011

¿Aprenden los estudiantes a ser críticos?

Los docentes suelen repetir constantemente que desean hacer de sus estudiantes sujetos "críticos" y a partir de eso que puedan éstos evaluar la realidad en tiempos complejos como los que vivimos, a saber: tiempos con ausencia de valores, disminición de la fe, ciencia sin ética, etc., etc.

Sin embargo, si bien el fin es correcto los medios no. Los profesores suelen no ser ellos mismos críticos, pues en la mayorpia de los casos los valores que siguen no son pensados sino asumidos por tradición, su fe es producto del adoctrinamiento y la tradición, y no pueden demostrar usulamente lo que enseñan. ¿Cómo enseñar lo que no se sabe ni se vive?.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Indisciplina social e imperio de la ley

La actual situación social boliviana llena de conflictos y vicisitudes no responde a una simple cuestión casual sino a un problema relacionado a los hábitos, las costumbres y el abuso de la jurisprudencia.

El imperio de la ley es lo que caracteriza a una iuris societas, es decir una sociedad en la que las subjetividades se encuentran por debajo de las reglas de juego, una sociedad donde la igualdad procede del marco normativo. Tanto en la antigüedad como en los estado "modernos", la constitución establece ese marco normativo. Pero como sabía Aristóteles, una constitución, la ley de leyes, no se puede cambiar así por así, pues la obediencia a la ley procede del hábito y la costumbre. Esta vieja lógica la reafirmaron en varias ocasiones autores como Giovani Sartori, Norberto Bobbio, etc.

Hace no muchos años se pretendió hacer una refundación de la República de Bolivia a partir de la creación de una nueva constitución política. Así la ex república es ahora el Estado Plurinacional. Pero, siguiendo la lógica del razonamiento aristotélico, habría que preguntarse ¿podrá servir este nuevo marco normativo, a la implantación de un imperio de la ley?, cuestión que está vinculada a ¿cuántos y quiénes se sientes identificados con esta nueva entidad? y ¿cuántos y quiénes conocen y respetan las nuevas reglas de juego?

Hace poco el problema del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS)con relación a la carretera entre San Ignacio de Moxos y Villa Tunari, reveló que la necesidad, desde el punto de vista del gobierno, choca a veces con la legalidad. Se reveló una especie de entrampamiento pues fue el gobierno de Evo Morales el que promovió y prácticamente redactó la Nueva Constitución Política del Estado que, como parte de las políticas de defensa de los derechos indígenas, señala en el Art. 30, inciso 15, que los pueblos indígena originario campesinos tienen derecho "A ser consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas suceptibles de afectarles. En este marco se respetará y garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por el estado, de buena fe y concertada, respecto de la explotación de los recursos naturales no renovables en el territorio que habitan". Entrampamiento pues ahora los intereses del gobierno y se supone que del Estado chocan con los derechos de los pueblos indígenas. Si el actual gobierno no respeta el mandato constitucional vinculante ¿qué garantiza que otros gobiernos salgan con los mismos argumentos e ignoren la ley?

La práctica de la normativa legal es la que se refiere a los hábitos y costumbres, pero también a la jurisprudencia. Es así que si el gobierno no cumple con el mandato legal sienta precedente de relativización o no acatamiento. Y si esto es así cuando cree conveniente, puede parecer que cualquier ciudadano puede hacer lo mismo.

¿Cómo recuperar el Estado de Derecho?

jueves, 1 de septiembre de 2011

Para pensar la rebeldía juvenil

Estos días estoy un poco más holgado de tiempo y tengo para pensar en las circunstancias que rodean el quehacer formativo en mi papel como educador de jóvenes. Y pensaba hace un momento en la rebeldía. Ciertamente hay quienes dicen que la rebeldía juvenil es positiva pues saca del quietismo la anquilosada maquinaria social. Puede que sea cierto pero no está bien meter a todo mundo a la bolsa, vale decir, a todos los rebeldes.

La rebeldía de los últimos siglos (desde la Revolución Francesa) se ha enmarcado casi exclusivamente en los diferetes movimientos de izquierda. En las diferentes "generaciones de izquierda" si seguimos la clasificación de Gustavo Bueno. ¿Serán los jóvenes rebeldes de ahora la promesa de la futura izquierda?

No creo. Afirmar eso sería, precisamente, meter a todos los rebeldes en una misma bolsa.

Dos relaciones que nos ayudan a clasificar a los jóvenes rebeldes son la oposición racionalidad-irracionalidad, particularismo-universalismo. Si polarizamos en dos grupos contrapuestos, que evidentemente no son los únicos, hay rebeldes que luchan contra las contradicciones del sistema porque buscan la verdad en términos clásicos de necesidad y universalidad, y rebeldes irracionales que luchan contra el mismo sistema por una necesidad particular de no ajustarse a ninguna disciplina.

Los racionalistas universalistas son pocos. Pero ya sería interesante que hubiesen muchos racionalistas aunque no universalistas, pues esta condición es lógicamente posterior al racionalismo, y siempre es reconducible. Es decir que se llega al socialismo después de una búsqueda racional. Son más sin embargo los rebeldes particularistas y los irracionalistas que desde ya generalmente unen en sus personas estas dos cualidades.

En este punto entiendo lo que quería decir Adorno cuando señalaba respecto de la tradición que "es preciso tenerla dentro de uno mismo para poder odiarla" (Minima Moralia, 32). Así, para oponerse al "sistema" es preciso haber vivido su rigor. ¿Cómo un jóven barbaro que no conoce la disciplina puede odiarla si nunca ha gozado de sus beneficios y por lo tanto no ha podido hallar sus contradicciones?

Ese jóven barbaro irracional, en un momento de su vida adulta gozará de las ventajas de la tradición y si ha tenido un paso por las corrientes anticonservadoras éste será breve. Es decir que el rebelde, antaño irracional será el conservador racional que el sistema hegemónico pide.

¿Vale la pena seguir pensando la rebeldía como un monolito?, es decir, ¿una sola cosa?